Con la llegada de la primavera, la merluza se convierte en el pescado de temporada. Un alimento bajo en grasa, rico en proteínas y que ayuda a reducir el colesterol malo. Además de su versatilidad culinaria, ¿qué más se le puede pedir a una receta de merluza? Un rico vino blanco que le maride a la perfección.
Aunque la merluza a la plancha o al horno, dos clásicos, son platos que están muy bien ¿por qué no darles un poco de sabor? Te facilitamos cuatro recetas de merluza diferentes, que combinan con el mismo vino blanco, para que siempre te sorprenda este pescado.
Mejores recetas de merluza
Merluza asada en pasta brick
La primera receta es la más excepcional. Viene de la mano del chef Iván Nieto. En su restaurante compostelano A Casa Da Viña, propone una merluza asada en pasta brick, sobre una cama de patata panadera y crema de erizos. Este plato lo realiza una especie de papillote; es decir, envolviendo a la merluza con la pasta y asándola posteriormente. La guinda, sin duda, se la aporta la crema de erizos, una opción que empasta a la perfección porque ayuda a reforzar el sabor del producto principal. El chef recomienda degustar el plato con un vino blanco de Bodegas del Marqués de Vizhoja porque «equilibran los dos sabores del plato, el erizo y la merluza».
Con el resto de recetas ocurre lo mismo. El maridaje ideal lo aporta el vino con D.O Rías Baixas, Torre la Moreira. Con él, siempre acertarás. Es de un color amarillo pajizo con notas verdosas. Lo describen como un vino intenso y complejo ya que su aroma recuerda a la manzana, a la pera y a hierbas aromáticas. Dejando en el paladar un sabor goloso, franco suave y afrutado.
Receta de merluza a la marinera
La siguiente receta, como muy bien indica su nombre, rinde homenaje al mar. Se trata de un plato tradicional que lleva almejas y langostinos como ingredientes secundarios. Para elaborar la salsa preparamos en una olla con agua el caldo de pescado con la cabeza de merluza, una cebolla pequeña pelada y la parte blanca de un puerro. Una vez llegue a ebullición, salamos y cocinamos a fuego lento durante 30 minutos.
Mientras tanto, cogemos una cebolla grande y la cortamos en “brunoise”. Pelamos los dientes de ajo y cortamos en trocitos muy pequeños. Vertemos aceite de oliva virgen extra y sofreímos la cebolla y el ajo en una cazuela. La dejamos pochando a fuego medio durante 5 minutos y a continuación añadimos 2 cucharadas de harina. Mezclamos bien y vertemos el vino. Una vez se ha evaporado el alcohol, añadimos el caldo de pescado, dos cucharadas de perejil fresco bien picado y removemos. Mientras coje consistencia la salsa, harinamos la merluza y se fríe en una sartén con aceite. Finalmente, mezclamos la salsa, los mariscos y la merluza y ya tenemos el plato listo para impresionar a tus comensales.
Merluza a la gallega
Es uno de los platos que nunca falla y que a todo el mundo le gusta. Empezamos cociendo la cebolla y las patatas con una hoja de laurel. Después vertemos las rodajas de merluza, salpimentadas previamente, a la cazuela y mientras tanto preparamos la ajada con el aceite de oliva virgen extra y los ajos laminados. No nos olvidamos de añadirle pimentón para que también coja color. Para finalizar, mezclamos la salsa con el resto de los ingredientes.
A todas estas recetas de merluza les marida a la perfección un vino blanco. Pero qué mejor que maridarlo, haciendo honor a este plato, con uno gallego como los de la Bodega Marqués de Vizhoja.
Receta de merluza a la vasca
Como esto va de platos autonómicos, seguimos con la merluza a la vasca. Otro plato estrella fácil y rico de preparar. Para comenzar, cortamos en juliana la cebolla y el ajo y los pochamos con un chorrito de aceite. Tras 20 minutos vertemos el vino dejando que se evapore el alcohol.
Añadimos la harina, cocinamos un par de minutos y damos unas vueltas para que todo se integre. Agregamos el caldo de pescado y dejamos que se cueza. Después, vertemos la salsa con perejil y trituramos con una batidora sin que se quede extremadamente líquido. Seguidamente incorporamos las rodajas de merluza a la salsa. Como colofón, colocamos espárragos troceados, huevos duros y espolvoreamos con una pizca de perejil.