La calle de las ostras en Vigo, situada en el Mercado da Pedra, lugar emblemático para las ostras y el vino blanco
El marisco es uno de los principales protagonistas en las mesas navideñas, cada año se lucen como primer plato en las comidas familiares. Si nos ubicamos en el caso histórico de Vigo, en pleno mercado de A Pedra, nos encontramos la famosa calle de la Pescadería, conocida también por la calle de las ostras, la reina de los mariscos en esta zona. Una zona muy transcurrida por turistas del todo el mundo, que desembarcan de sus cruceros o por otras vías de transporte, a la espera de degustar las famosas ostras, turistas de lujo como el conocido Steve Hawking, que vino a degustar las ostras al casco viejo de Vigo. De la mano de Diego Rodríguez, propietario del restaurante La Marina, nos cuenta la historia de este emblemático y turístico lugar.
La historia de la calle de la ostra
La historia del restaurante centenario La Marina, va de la mano de la trayectoria de esa calle. Para comenzar a contar la historia de esta zona, nos tenemos que retomar a fechas anteriores a la guerra civil. El contexto que nos encontremos en aquel entonces en Vigo era, una ciudad en pleno auge en la industria de la pesca, un sector que llevo a un gran crecimiento a la ciudad olívica. Y por otro lado, una situación económica compleja, por la que muchos gallegos tuvieron que emigrar a América. Como nos cuenta Diego, “mi familia, que venía del rural, era una de ellas”.
A su vuelta a España, los padres de Diego compran el local dónde actualmente se encuentra este restaurante, pero este local, antes de ser de ellos, ya era transitado por trabajadores de la industria, tripulantes y pasajeros, gracias a su ubicación enfrente al puerto.
El restaurante La Marina, crecía a la vez que lo hacía la zona. El hotel Bahía junto al puerto, antiguamente era el mercado, pero como muchos pescadores no encontraban puesto, se fueron trasladando poco a poco a la calle de la Pescadería. En esta calle, muchos de los puestos eran de pescaderos de Arcade, al igual que en la actualidad, que ofrecía pescados y mariscos a pie de calle para que así la gente los pudiera degustar.
Gracias al problema de espacio del mercado, actualmente tenemos la ya conocida como calle de las ostras, ya que poco a poco se fue dando a conocer, convirtiéndose en un atractivo turístico. “Lo que más diferencia esta experiencia es que no hay intermediarios. El propio ostrero trae la ostra desde la depuradora, donde las tiene seleccionadas en su propia zona. Por lo que es del mar al plato. Además, se traen en pequeñas cantidades y nunca pasan en neveras más de una jornada, algo único en España y en Galicia” añade Diego.
En el restaurante La Marina para sus pescados y mariscos, cuentan con productos locales. “Tanto la ostra como todos los bivalvos gallegos, como el mejillón, la zamburiñas o la navaja, son muy especiales. Tenemos un ecosistema único y una industria muy fuerte en este sentido” nos cuenta Diego.
Ostras y el maridaje con el vino blanco
Para el maridaje de este manjar Diego, propietario del restaurante nos aconseja siempre acompañarlo de un vino blanco. “El tinto enmascara el sabor del marisco. La ostra se come cruda, por lo que se quiere aprovechar el sabor, así que el vino blanco es la opción ideal”, aclara Diego. Es por eso que desde el restaurante la Marina proponen los vinos de Bodegas Marqués de Vizhoja. “Tienen el nivel necesario de acidez para dejar ver esos sabores sutiles de la ostra, por lo que se nivela todo en la boca”, puntualiza. En su carta se encuentran el vino blanco más afamado de la bodega, Marqués de Vizhoja, y el 100% albariño, Torre la Moreira (D.O. Rías Baixas).