La caldeirada de raya es un plato típico de la gastronomía gallega, concretamente de las Rías Baixas. Nace en las cocinas de los barcos. Los pescadores salían a faenar y para comer utilizaban grandes ollas para hacer guisos potentes con los restos del pescado. Un ingrediente fundamental de esta receta es el unto. En Galicia se vende en todos los supermercados pero si no lo encuentras en tu localidad, un sustituto podría ser el tocino.

Si quieres darle una oportunidad a la raya y dejarte sorprender por sus sabores y texturas, te mostramos un restaurante con mucho encanto para degustarla, junto con una buena copa de vino blanco, en un enclave privilegiado.

Tintanegra y Torre la Moreira

Caldeirada de raya gallega servido con vino blanco de Torre la Moreira

Es considerado uno de los pueblos más bonitos de España y en él se encuentra el restaurante Tintanegra. Este local de Combarro, concede parte del protagonismo de su carta a la raya. Un pescado que en esta zona es muy apreciado. 

Chicho, uno de los dueños nos indica que su secreto para que quede un plato redondo es solo cocer la raya y después añadirle la salsa que cada uno considere. En este caso, en Tintanegra la saltean aparte con un poquito de cebolla, pimiento y una ajada (Salsa hecha con pan desleído en agua, ajos machacados y sal). Fácil y delicioso.

Sin embargo, el broche final lo pone el vino. No todos sirven para maridar este plato ya que el sabor de la raya tiene un gusto intenso y diferente a la de otros pescados. El escogido para esta receta, según recomienda el chef, es el vino de Torre la Moreira de Bodegas Marqués de Vizhoja.

«Este vino, que es 100% uva albariño, es un vino fresco, que limpia el paladar tras un plato contundente, como es la raya en caldeirada» comenta Chicho.

Además, en Tintanegra gozan  de una amplia carta que incluye los platos más típicos de Galicia y que cambian varias veces al año.

El origen de este restaurante se remonta a 1894, comenzó siendo un local donde se arreglaban las redes de los marineros, después una casa del pueblo para acoger reuniones, durante 54 años fue un bar y, desde 2013, se ha convertido en Tintanegra.

Chicho, uno de los dueños de Tintanegra junto con el plato de caldeirada de raya